lunes, 7 de febrero de 2011

Tercera entrada. "Chico problemático".

     Antes de entrar en materia quiero agradecer vuestros comentarios y vuestro apoyo pese a lo pesado que me he puesto. Gracias, de todo corazón, gracias. No dejéis de comentar, vuestra opinión me importa y mucho, solo hay una regla, respetad y seréis respetad@s.

     Y tras los agradecimientos. Al tema que me ocupa hoy ¿Qué pasa con la juventud hoy? De verdad no lo entiendo, cada día que pasa oigo más y más malas noticias si no es que las veo por mi mismo sobre comportamientos cuanto menos despreciables por parte de los jóvenes de hoy día.

    Recuerdo mi adolescencia, y no me reconozco en la juventud de hoy. Y por desgracia no puedo decir que sea para bien, ojalá así fuese, pero no. Para empezar dejar claro que en mi juventud no fui ni de lejos un santo, más bien era la oveja negra de mi familia y de mi clase en el instituto. Pero en ningún momento le di una mala contestación a mis padres o a ninguno de mis profesores y por supuesto aún menos a ningún desconocido mayor que yo. Hace tan solo diez años de aquello, y desde hace cuatro o cinco casi a diario oigo o leo alguna noticia de algún profesor que ha sido agredido por uno o varios de sus alumnos, unos padres que ceden la custodia de sus hijos al estado por no poder hacerles frente, o algún adolescente que tiene atemorizado a un barrio entero. ¿Y de quién es la culpa? ¿De ellos? puede, pero solo en una pequeña parte.


    Para encontrar la causa del problema tendremos que analizar las influencias que reciben de su entorno, de la sociedad.

     Empecemos por el hogar, no sería capaz de contar con todos y cada uno de mis dedos, la de veces que me he topado en esta vida con padres despreocupados de sus hijos a los que solo les importa la charla que están teniendo ellos con sus amigos o amigas. Esto suele empezar a edades tempranas, y la excusa más escuchada es: "Solo son niños, déjalos que disfruten". Bueno, estoy de acuerdo, los niños han de disfrutar de su infancia, pero los padres han de saber que en ciertos momentos han de imponerse limites por su bien, cosa que cada vez sucede menos. Por desgracia hoy por hoy cada vez son más las familias en las que ambos progenitores trabajan fuera de casa lo que ocasiona para con los hijos lo que yo denomino el "Síndrome del descanso". Este se caracteriza por el hecho de que los progenitores llegan a casa y están demasiado cansados como para atender a la educación de sus hijos y sus cuidados a la vez, de tal forma que optan por escoger entre una de ambas y lógicamente las necesidades físicas y fisiológicas mandan. Hecha esta elección deciden delegar las funciones educacionales en el sistema educativo. Y aquí viene el problema y es que en el mundo actual nos hemos acostumbrado a denominar de forma generalizada a la instrucción, con el nombre de educación. La diferencia es bien sencilla, la educación trata sobre modales, no sobre el conocimiento de determinadas ciencias y artes para eso se nos instruye. ¿Cuantas veces habré oído decir, "es que el profesor tiene la obligación de educar"?  No, el profesor tiene la obligación de instruir a tu hijo o hija en una materia, ya sea matemáticas, lengua, historia... La educación y la disciplina han de aprenderse en casa. Esto en lo referente al entorno familiar.

     El siguiente contacto que recibe de forma más continuada y directa un niño durante su desarrollo no es otro que la televisión, sobre todo publica ¿Y qué encontramos en ella de forma mayoritaria? Realities como: Gran hermano, Operación triunfo, Fama, Mira quien Baila, Tú si que vales. Programas del corazón como: Sálvame, el programa de Ana Rosa, Mujeres y hombres y viceversa. Programas de testimonios donde prima la auto-humillación pública como en: El diario, De buena ley... y dejo fuera las series televisivas por no haberlas seguido, pues me ha bastado oír hablar de ellas a sus seguidores y detractores para hacerme una idea de que no son precisamente un ejemplo a seguir. Que yo veía "Compañeros", y por lo que he oído de Física o Química, compararlas seria como comparar Barrio Sésamo con Nueve semanas y media. Estos son los ejemplos que siguen nuestros jóvenes en televisión ante una supervisión insuficiente o inexistente por parte de sus progenitores. Y esos son los modelos que tienden a imitar, sobre todo el de las series. Esto en cuanto a la programación televisiva.

     Pero aún queda el apartado más importante de todos, el que más daño ha hecho y hace. La ley del menor, esa carta de derechos que le permite a un menor hacer cuanto le venga en gana sin preocupación alguna por las consecuencias. Cuántas veces hemos oído hablar de casos de adolescentes que se dedican a robar coches o viviendas, con un historial de denuncias que le sacarían los colores a "El vaquilla". Y esto se debe básicamente a dos factores, los modelos que han visto en los medios de difusión sean en gran o pequeña pantalla, y el hecho de que saben que saldrán totalmente impunes hagan lo que hagan, mientras no cometan un homicidio.

    En conclusión la mayor parte de la culpa de que nuestra juventud esté tan desviada del camino ético, reside en los adultos que desde el principio han influido en cada aspecto de su vida, con padres más despreocupados de lo que ellos creen, unos medios de comunicación que solo emiten un 1% de programación cultural frente a un 89% de contenidos de dudoso contenido ético en el que priman la mala educación, los malos modos y un lenguaje cada vez más soez, y una clase política que les ha otorgado carta blanca para hacer y deshacer a su gusto y placer sin aprender que todo tiene consecuencias en esta vida. Nuestros jóvenes también tienen la oportunidad de escoger y por suerte muchos acaban bien encauzados, y es justamente ese hecho el que hace también en parte responsable a esos jóvenes que acaban desviados del camino de la ética.

A continuación una canción que resume mejor de lo que yo lo he hecho todo este problema, y de la que me he tomado la libertad de coger el título para esta entrada.




P.D. Antes de seguir con las entradas quiero dejar bien claro que este "blog" tiene como única función la de plasmar mis ideas y recoger en los comentarios la de los demás. En ningún momento trato de convencer a nadie de nada. Cada uno es libre de tener su opinión y de expresarla en sus comentarios, siempre y cuando como ya digo en la descripción del blog y al inicio de esta misma entrada se guarden las formas y no se falte al respeto.

5 comentarios:

  1. El tema de la juventud es comlejo, está claro. Y la educación familiar y demás entra mucho. Los padres ahora tienen los hijos y los sueltan con los abuelos, o vete y busca... Por no hablar de los límites y demás. Pero ¿eso es todo?

    Porque eso puede explicar cosas como el mal carácter, la falta de respeto por los mayores, etc.

    Pero cuando veo que un chaval adolescente o casi ha matado a una compañera... o que una chavala de 16 años a matado a otra chica... Es que me dan ganas de esterilizarme.

    Un beso.

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  2. No, claro que no, los padres tienen una gran parte de responsabilidad, pero no toda, de la misma forma que el propio individuo se presupone que tiene la capacidad para tomar decisiones de la índole que sean.

    De ahí que hable también de la influencia de los medio de difusión masiva y de la propia ley del menor. Porque cada uno de ellos por separado tal vez no sería capaz de causar esos efectos pero todos juntos... Creo que la realidad ha demostrado que sí.

    Gracias por tu comentario Bettie :)
    Un besazo.

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  3. El problema con los padres es muy complejo,estan empeñados en dar todo lo que no tuvieron a sus hijos,lo cual esta bien, pero se les olvida dar lo que si tuvieron. Ademas se supone que como ellos no pueden te toca "educar" a ti a los nanos, pero en cuanto le riñes llega el padre o la madre hechos una furia.

    A ver,que conozco el caso de un chaval que colgo un video en Youtube tirando un retrete por la ventana y los padres negaban que ese fuera su hijo! Encima si lo expulsas te denuncian porque tiene derecho a la educacion y a la asistencia al centro... en fin.

    El problema de fondo es la falta de compromiso en los padres con sus hijos,me explico: la regla de oro en la educacion es la causa-consecuencia, si el nano hace algo bueno le felicitas, si hace algo malo le castigas. Pues eso infinidad de padres no lo cumple y por eso los niños se acostumbran a hacer lo que les da la gana. Aun mas, solo reciben atenciones cuando hacen alguna trastada y luego no hay castigo, pues mira, lo unico peor a que te chillen es que pasen de ti como de la mierda, y eso los nanos lo saben perfectamente. Por eso mismo hacen animaladas cuanto mas gordas mejor, porque saben que en el fondo lo unico que van a conseguir es que les hagan caso, llamar la atencion y que luego el castigo no va a existir, de la misma manera que saben que si estudian o si su madre les ve ayudar a una anciana a cruzar sus padres no le van a decir nada.

    En fin,lo dejo que te vas a dormir leyendo esto, pero es que lo veo todos los dias, ser profe mola, pero ya te digo que era mas duro de lo que pensaba.

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  4. Juan, sin palabras. Muchas gracias por tu comentario, sobretodo teniendo en cuenta que tu hablas desde el punto de vista del profesor, desde la experiencia.

    Cuídate y a ver si cuando vuelva para tierras valencianas nos vemos más que la última vez.

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  5. He de confesar que yo no fui, ni de lejos, uno de los mejores ejemplos a imitar en la escuela (dejémoslo así, no sé si ya han prescrito mis delitos), pero ni punto de comparación con lo que estoy viendo desde hace unos años, pero no sólo en las nuevas generaciones, que la nuestra también tiene tela… Puede que, como habéis dicho, sea porque los padres quieren darles a sus hijos todo lo que no han tenido, creyendo que así serán más felices. Error, gran error. Aparte de que eso lo único que consigue es que los niños vayan respetando cada vez menos a sus progenitores (y con ello, al resto adultos), no considero que sean más felices ahora que entonces, más bien creo que sucede lo contrario: antes, cuando nos regalaban una pelota, íbamos rápidamente a avisar a nuestros amigos (casa por casa, nada de teléfono) para ir a estrenarla al parque. ¿Y ahora? ¿Una pelota? No. O les regalas la Wii con 5 o 6 juegos, o tendrás que ver cómo el niño se va enfadado a su habitación, dando portazos, porque, dice, se merecía más.

    Está claro que los tiempos han cambiado y que la mentalidad de las personas es diferente, pero hay ciertas cosas que, más que mejorar, han empeorado la sociedad. Obviamente la televisión es un ejemplo bastante destacado. Aún me acuerdo de los “zapping”… entre dos canales. Los dos únicos que había. Puede que la programación no me gustase demasiado, pero sin duda era mucho mejor que ahora, en la que la cultura brilla por su ausencia... pero eso parece no importar demasiado. Tomando como ejemplo las series que mencionas, “Compañeros” y “Física o química”, recuerdo perfectamente cómo mis padres me prohibían verla porque decían que era “para mayores”. En cambio, ahora, unos amigos les dejan a sus hijos (de 5 y 7 años) estar delante de la televisión hasta que los niños deciden que ya es la hora de irse a dormir. Y por supuesto, a esas horas no creo que vean a los Lunnis (que, por lo que veo, tampoco tienen punto de comparación con los dibujos que había en nuestra generación… ¿dónde se quedó Leticia Sabater? xD)

    Para terminar, un único apunte sobre la “Ley de protección del menor”. No sé si se me podrá tachar de violenta por lo que voy a decir (algún juez sí lo haría) pero creo, y mantendré delante de quien haga falta, que un par de guantazos a tiempo no perjudican a nadie, es más, evitarían muchos problemas… y sí, lo digo por experiencia.

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